Papás y mamás:
Estamos viviendo un momento difícil que ha alterado prácticamente nuestra vida y por ello, nuestras rutinas.
Nuestros pequeños llevan mucho tiempo sin poder hacer una vida normalizada, de "niños" (salir al parque, correr libremente, jugar con sus amigos...).
Nuestros ritmos circadianos se ven alterados.
La falta de ejercicio, el cambio de hábitos, las preocupaciones...Si, las preocupaciones, porque los niños no son ajenos a lo que pasa a su alrededor, ya sea en su hogar o en el resto del mundo.
Afortunadamente nuestros niños y niñas son muy fuertes.Y nuestro cuerpo y mente, muy sabios. Buscan mecanismos de escape, nos dan señales. Alguna de ellas puede venir en forma de sueños, en concreto,de malos sueños o pesadillas.
Podemos aliviar en alguna medida nuestras preocupaciones buscando una forma de hacerlas conscientes, de materializarlas. Por eso quiero compartir con vosotros este cuento que podéis acompañar con una actividad compartida con vuestros hijos.
Según la tradición de los indios Mayas del altiplano de Guatemala, cuando los niños tienen pesadillas por la noche, se los cuentan antes de irse a dormir a unos pequeños muñecos a los que llaman quitapesares. Después los colocan debajo de su almohada y, al amanecer, las preocupaciones han desaparecido.
Nos permite descargar sus sufrimientos diariamente de forma natural. Por lo que esta hermosa tradición promueve un hábito psicológico muy sano al trasladar físicamente, aunque de manera imaginaria, nuestras preocupaciones y gestionar la angustia que generan los problemas.Esto favorece gestionar la ansiedad y no dejar paso al insomnio.
que se habrán quedado en el muñequito. al que habrá que acariciar para que no le duelan las penas que se lleva.
A mis niños y niñas:
¿Os imagináis fabricar vuestros propios muñecos?
Seguro que podréis encontrar por casa algún retal de tela que cortar y pegar, algún palito que haga de cuerpo o hacer un dibujo con la cara que queráis que tenga.
Hablad con él siempre que necesitéis, especialmente a la hora de acostaros, para que no se sienta solo. Y al ponerle debajo de vuestra almohada, no olvidéis acariciar su tripita para que no le duelan las penas y paséis buena noche los dos.
Ponedle un nombre chulo y mandadnos foto.
OS PRESENTO A ALMA, MI MUÑECA QUITAPENAS GUATEMALTECA. |
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